Metodologías de enseñanza y
aprendizaje en altas capacidades
La superdotación
es
un
tema
ampliamente estudiado por la
Psicología. Se ha
trabajado las capacidades
y habilidades intelectuales de estas personas, sus características
emocionales y sus relaciones interpersonales. Pero no
ha sido menos importante la
situación de las personas con altas capacidades en la escuela. De hecho se han
planteado diferentes estrategias
generales para favorecer el
rendimiento y el desarrollo de sus
potencialidades.
Algunas
de estas estrategias se han basado en escuelas especiales, aulas especiales en centros escolares
ordinarios y el trato diferencial dentro del aula para personas superdotadas. En este capítulo nos centraremos en las metodologías didácticas más adecuadas para
la enseñanza de las personas
con altas capacidades. Las preguntas que intentaremos
desentrañar son las siguientes:
¿Existen
metodologías didácticas más adecuadas para las
personas con altas capacidades intelectuales?
¿Hay habilidades concretas de enseñanza que favorecen el desarrollo de las
potencialidades de las personas
con
altas capacidades intelectuales?
Ponente: Dra. Carmen Hernández Jorge
Dpto. de Psicología Evolutiva y de la Educación
Facultad de Psicología Universidad de La Laguna
Para ello el capítulo se estructurará de la siguiente manera
1.- Las metodologías didácticas en la
enseñanza
2.- Valorar
qué metodologías se adaptan mejor a las personas
de altas capacidades y por qué
3.- Conocer algunas habilidades de enseñanza
que favorecen a las personas con altas capacidades
1.- Las metodología de enseñanza
Es importante plantear que una metodología didáctica supone una
manera concreta de enseñar, método supone un camino y una
herramienta concreta que utilizamos para transmitir los contenidos, procedimientos y principios al estudiantado y que se
cumplan los objetivos de aprendizaje propuestos por el
profesor. Pero, qué hay
detrás de la elección de una metodología didáctica?
1.1.- ¿Qué se esconde tras la elección de una
metodología de enseñanza?
Elegir una forma de enseñar frente a otra no es casual ni aleatoria. Por el contrario
esta elección depende de diversos factores.
¾ Un aspecto que influye es la experiencia previa del docente,
experiencia en observar enseñar a otros. Este proceso
se denomina modelado,
porque
se
han
tenido ‘modelos’ de enseñanza en esa o en
otra disciplina.
¾ Otro aspecto que influye
son las concepciones propias sobre lo que supone enseñar
o aprender. Por ejemplo, si un docente
concibe que aprender supone escuchar conceptos
establecidos y que enseñar supone
transmitirlos elegirá una
metodología más expositiva que otro docente que concibe que el alumnado tienen conocimientos previos (aunque ingenuos) y que
enseñar supone ayudar a que el
alumnado descubra o se interrogue por ellos.
¾ Un tercer aspecto, relacionado con lo anterior suele existir una relación entre la metodología que elige el
profesor y sus objetivos de
enseñanza.
No
sería
la
misma
metodología
escogida por un profesor que quiere que el alumno piense, formule
preguntas, plantee problemas que
aquel que pretende que el alumno conozca y reproduzca literalmente los
contenidos.
¾ Un cuarto aspecto
tiene que ver con el alumnado (su
edad, intereses, nivel de conocimientos,..). Por ejemplo un docente
que imparte clases en la enseñanza infantil
elegirá metodologías más abiertas y
participas que aquellos que imparten
clase en la universidad a gran
grupo
que
están más centradas en la metodología expositiva.
¾ Finalmente depende del contenido, porque si es un contenido práctico o aplicado podremos usar una metodología diferente
que cuando impartimos un
contenido teórico.
Todos estos aspectos pueden ser más o menos implícitos
o automatizados por el docente, que escoge una
metodología sin que, necesariamente, tome conciencia de los factores que orientan su elección. Por tanto y a modo de ejemplo, en la tabla 1 se presenta
como influye lo que entendemos con la metodología usada
Tabla 1. Relación de concepciones y metodología
|
Si entendemos que
|
Entonces nuestra metodología
consistirá
|
|
El aprendizaje consiste en que el alumnado adquiera una serie
de respuestas o habilidades...
|
..en centrarse en los
ejercicios y la práctica
|
|
El aprendizaje consiste en adquirir conocimientos, ...
|
... en la exposición de contenidos para
que el alumnado los adquiera.
|
|
El aprendizaje consiste en la construcción del
conocimiento
por parte del alumnado,...
|
... en la interacción y fomentará la
participación del alumnado, generando
reflexiones sobre la realidad y dándoles
posibilidades de experiencia y contraste con lo que enseñamos.
|
|
(Hernández, 1991; Gallagher, 1994; García, 1998)
|
|
1.2.- Una clasificación de las metodologías de enseñanza
Para
obtener una panorámica
de las metodologías docentes partiremos del modelo de Hernández
(1997). El autor señala dos dimensiones cruzadas
para situar las metodologías de enseñanza.
Una dimensión
es
el
grado
de
objetividad
del
conocimiento. Situándose en el polo objetivo el
conocimiento de tipo académico y formalizado, mientras que
en
el subjetivo se sitúan las experiencias o
concepciones personales. Otra dimensión es la actividad del docente
o alumnado. Al respecto, en el
polo activo se sitúan los métodos
caracterizados por mayor protagonismo
del docente y menor del alumnado, mientras que en el otro
extremo se situarían los métodos de menor protagonismo del profesor
y de mayor protagonismo del estudiante (véase tabla 2).
|
OBJETIVO Conocimiento
académico
Científico, formalizados, acumulados y transmitidos culturalmente.
|
ACTIVO
Profesor
|
INTERACTIVO Profesor
|
PASIVO Profesor
|
|
Perspectiva
Logocéntrica
|
Método Expositivo- Conclusivo
|
Métodos
interactivos
Reproductivos:
- Evaluativo
- Clarificador
- Tutorial
(monitorizar)
|
Métodos
activos
Reproductivos:
- Entrenamiento
- Prácticas
cerradas
|
|
Perspectivas
Psicocéntricas
|
Método Expositivo- Suscitador
|
Métodos
interactivos
Productivos:
• Deductivo
(germinal, procedimiento
BIG)
• Inductivo (mapas conceptuales)
• Horizontal
(socrático, coloquio, debate)
|
Métodos
activos
Productivos:
• Investigación y
descubrimientos
• Prácticas
abiertas
• Trabajos elaborativos
|
|
SUJETOS Conocimientos
personales
Cotidianos
y capacidad para Interpretar y
construir el
Conocimiento
|
PASIVO Alumno
|
INTERACTIVO Alumno
|
ACTIVO
Alumno
|
|
Hernández,
P. (1997)
|
|||
Si observamos la tabla, cuando el mayor protagonismo lo tiene
el docente hablamos de métodos expositivos,
mientras que cuando hay una acción del alumnado y del docente hablamos
de métodos interactivos y cuando hay
una mayor protagonismo y actividad
del alumnado hablamos de métodos de descubrimiento. En este capítulo
abordaremos cada uno de ellos.
1.2.1: La metodología expositiva
Se caracteriza por la exposición de contenidos al
alumnado. El docente tiene un papel directivo. El alumnado, por su parte, suele ser pasivo y, generalmente se limita a ‘recibir’
los contenidos que transmite el docente. Este conocimiento es formalizado y sistemático. Las fuentes
de
información
que
se utilizan son indirectas,
no
provienen de la experiencia directa de los sujetos.
Las
ventajas frente a otros
métodos, sobre todo, cuando se
utiliza en gran grupo son las siguientes: El docente puede focalizar el aprendizaje sobre los aspectos
de
la
materia
que
considere
relevantes. Requiere menos tiempo para que el alumnado aprenda, al ofrecer la
información sistematizada y elaborada previamente. Requiere menor uso y preparación
de materiales del docente y del
alumnado y suele ser útil para los
niveles superiores de la enseñanza.
Un ejemplo de este método es la
lección magistral, donde se exponen contenidos en forma de «resultados» o «productos», sin posibilidad de
cuestionamiento o búsqueda por parte
del alumnado.
Para que este método sea exitoso requiere el uso de algunas
habilidades de enseñanza que incrementen la claridad de
la información que se transmite (dar pocas ideas
para que se vayan asimilando, discriminar los contenidos novedosos para evitar interferencias), explicitar el valor o utilidad del tema, hacer preguntas
retóricas, organizar el contenido
mediante esquemas, utilizar
ejemplos, lenguaje familiar, preguntas
de corrección o clarificación,
etc. (Hernández, P., 1997; García,
L., 1998).
1.2.2.-
La metodología Interactiva
Esta metodología consiste en una ‘transacción’ entre docente y alumnado mediante el debate o diálogo para profundizar en un tema.
Pueden darse metodologías interactivas más ‘mecánicas’ dónde el docente pregunta y el alumnado responde y pueden darse interacción más ‘abierta’ donde el docente
estimula la participación y debate
del estudiantado. Este método, también se conoce como método
socrático o comunicativo (García, L., 1998) y según
Hernández, P. (1997) es la más
flexible, enriquecedora y económica de todas las metodologías.
Para conseguir una interacción positiva se
requieren ciertos criterios de calidad. Por ejemplo generar un clima de distensión para
participar, mantener un tono de respeto y valoración del docente al alumnado y viceversa, utilizar el debate
y el trabajo en pequeños grupos, organizar la información, porque en la
participación y debate se produce mucha cantidad
de información que requiere ser sistematizada posteriormente, elaborar
preguntas para estimular el pensamiento
en el alumnado.
1.2.3.-
La metodología de
descubrimiento.
Esta se caracteriza por utilizar como fuente de aprendizaje, la experiencia del sujeto. El alumnado obtiene la información de manera
activa y constructiva. Existen dos modalidades o variantes de este
método según el enfoque docente y el tipo de asignatura
A) El método de descubrimiento ‘activo-reproductivo’
En este método el docente permanece más pasivo y el alumnado tiene un papel más activo en el
aprendizaje, aunque se centra mucho en la reproducción del contenido.
Algunas actividades que el docente
realiza en este método son: presentar modelos concretos o criterios para que el
alumnado aplique y practique,
sobre la base de lo planteado.
Este método es útil para el desarrollo y consolidación de procedimientos estandarizados. Las
clases suelen ser sistemas de entrenamiento y práctica
‘cerrada’ o ‘convergente’, que tienen un modelo fijo o establecido. Por ejemplo,
aprender a realizar comentarios de texto, a hacer una aspirina, a elaborar un plano, etc..
Por tanto
para este método tenga éxito es
necesario considerar algunos criterios
como la planificación de las secuencias a impartir, ofrecer
las directrices a trabajar de forma clara y no contradictoria
B) El método
de descubrimiento ‘activo-productivo’
También en este método el alumnado
tiene un papel más activo que
el docente, pero
acentúa más la posibilidad
elaborativa del estudiante. Es un tipo de método que potencia el pensamiento
productivo, puede ayudar al alumnado a conocer
y practicar técnicas de investigación en la realidad,
fomenta
mayor
posibilidad de trasladar lo aprendido a situaciones diversas, etc
Los
procedimientos más usuales son: el
estudio de casos concretos (estudio de un territorio, análisis
de una obra de arte, etc.),
las prácticas abiertas en la realidad (estancia en centros
educativos o en empresas),
la
expresión creativa
(elaboración
de
cuentos,
pinturas, esculturas, etc., los trabajos de elaboración o investigación (uso de materiales nuevos en la construcción o la dieta de las
personas mayores en canarias o en un municipio concreto).
Para tener éxito es necesario garantizar que el alumnado
‘busque la información
y
la
elabore (solicitando
ejercicios
de
relacionar o comparar modelos,
eventos, obras, etc.), ofrecer
posibilidades de éxito al alumnado en la realización de la tarea con
éxito (estableciendo procesos de
tutorías, ofreciendo retroalimentación de sus resultados parciales
en clase, dándoles
guías o modelos a seguir o por el que conducirse, etc.), utilizar varios
vehículos para transmitir
los contenidos, plantear distintas experiencias para
generar mayor comprensión
por parte
del alumnado.
2.- Metodologías de enseñanza y personas con altas
capacidades intelectuales
Después de
esta panorámica por
las metodologías de
enseñanza quizá estemos en el momento de responder a la pregunta: ¿Qué tipo
de metodología de enseñanza se adapta mejor a las personas con altas capacidades intelectuales?
Quizá
resulte apropiado plantear que se adaptan mejor aquellos métodos que favorecen la actividad cognitiva del estudiante: Es decir, los métodos activo-productivos, basados en la investigación, el descubrimiento y las prácticas abiertas. Esto no quiere decir que no puedan (e incluso deban) usarse metodologías expositivas para
ofrecer conocimientos, interactivas
para ayudar a estimular el pensamiento y metodologías
activo-reproductivas para las adquisición de habilidades concretas.
Realmente
los estudiantes de altas capacidades tienen gran motivación intrínseca en la tarea. Este tipo de motivación se
relaciona con la
experiencia de disfrute, aprendizaje
o competencia. Piaget (1962) estudió como el
juego
en
los niños inducía al
aprendizaje, de forma que aprender produce disfrute en ellos y mientras
disfrutan aprenden. En
líneas
generales cuando realizamos
conductas donde obtenemos
disfrute, experiencia
de aprendizaje y competencia
solemos desarrollar motivación intrínseca por ellas.
Es
necesario en la enseñanza, en general, y en estas personas particularmente, intentar
generar motivación intrínseca por las
actividades escolares. Favorecer que los estudiantes sean autores de
las actividades escolares y que las asuman como propias pueden ayudar a ello (Ryan y Deci, 2000).
Algunas
investigaciones clásicas en
Psicología de la Educación señalan que la figura del docente y su forma de
enseñar son piezas clave en este proceso (Bruner, 1962; DeCharms, 1976; Deci,
Scwartz, Sheinman y Ryan,
1981). Al respecto los docentes que fomentan en sus
estudiantes sentimientos de
competencia y autonomía y que
propician la adquisición de nuevas habilidades en un contexto
agradable y satisfactorio favorecen la motivación intrínseca de los escolares en la tarea (Ryan y Deci, 2000). También se han localizado distintas variables predictoras del rendimiento
en algunas materias, como son el sentimiento
de competencia de los estudiantes en sus habilidades y las expectativas de éxito en la tarea. Así mismo el valor que el estudiante otorga a la actividad y su decisión de realizarla predice
el mantenimiento en la tarea (Wigfield y Eccles,
2000).
Consideramos que algunos modelos planteados para las personas con altas capacidades favorecen el mantenimiento de
la motivación intrínseca y ayudan a poner en juego distintas habilidades
intelectuales. Uno de ellos
es
el
modelo
de
enriquecimiento de Renzulli (2000) que pasamos a exponer a continuación.
Renzulli
(2000) elabora el ‘Modelo triádico de enriquecimiento’. Para personas
con altas capacidades intelectuales. ¿Cómo enriquece este modelo? El autor
señala diferentes actividades a realizar en función del momento evolutivo de estos escolares. Sin embargo, si lo observamos con detenimiento
quizá puedan utilizarse todas ellas
en diferentes momentos evolutivos con orientaciones específicas del docente y con tareas adaptadas a los niveles educativos.
El modelo distingue entre actividades tipo I, actividades tipo II
y actividades
tipo III.
Las actividades tipo I tratan de ‘poner en contacto’
al escolar con diferentes
realidades y temáticas, ofreciéndole
experiencias generales de exploración. Ejemplos
de estas actividades son: visitas a museos,
bibliotecas, presentaciones en
vídeo de diferentes contenidos que les interesen, etc. Este tipo de actividades deben insertarse en un proyecto más global,
puesto que si no es así carecerían de sentido.
Por ejemplo, si en clase se plantea la actividad de elaborar un trabajo sobre
la historia de la zona dónde se ubica
el centro escolar, se puede mostrar un vídeo
de la
zona, visitar el entorno, visitar museos o archivos, etc.
Las actividades tipo II tratan de adquirir información para la
realización de trabajos. Ejemplo de
estas actividades son los seminarios formativos, charlas
a gran grupo, etc. Con lo cual intentan enriquecer adquiriendo información nueva y útil. Por
ejemplo, siguiendo con nuestro
ejemplo anterior, se realizarían
seminarios sobre cómo hacer un trabajo
de historia, sobre daros concretos
necesarios para realizar el trabajo, pasos a seguir en la recogida de información, etc.
Las actividades tipo III: tratan de enriquecer investigando y suponen
realizar investigaciones sobre problemas reales.
Siguiendo con nuestro ejemplo podrían realizarse actividades de investigación sobre
cómo generar un mayor desarrollo en
la zona donde está el colegio, sobre cómo
mejorar el centro en determinados aspectos
y en este caso también habrían
seminarios sobre la metodología de
investigación, difusión del conocimiento,
etc. Además de tener sesiones de evaluación clara sobre los resultados de los trabajos.
Consideramos que las actividades que plantea el modelo de
Renzulli (2000) recogen distintos
principios psicoeducativos tratados por la psicología de la educación
(Anderson, L.; Woolfolk, A.; Blumenfeld, P.; Pintrich, P.; Marx, R. y Peterson,
P.; 1996) que son los siguientes:
1.- El estudiante es una
persona
activa
que
construye
el
conocimiento interactuando con otros en contextos de aprendizaje
diversos. Con lo que aprender
es una acción que se construye
socialmente, en contextos sociales y está mediatizada por ellos.
2.- El proceso de enseñanza es un acto complejo.
Enseñar
implica tomar decisiones, atender a
demandas distintas y mantener cierto nivel de incertidumbre. La enseñanza
es
comunicación,
exploración, pericia, etc., y todo en
una comunidad que aprende.
3.- La enseñanza-aprendizaje incluye
las creencias y conocimientos
de los estudiantes y debe
promover un aprendizaje enriquecido y contextualizado. Para enseñar es necesario considerar
las características del estudiante (experiencia, madurez, heterogeneidad,), del docente
(experiencia, dominio de la materia) y del contexto
(momento del curso, número de alumnado, curso en el
que se imparte, etc.).
4.- El conocimiento es contextual y difícil
de transferir. Por
tanto es un reto para el docente hacer
que el estudiantado aprenda a generalizar y aplicar los conocimientos
y habilidades que aprende.
5.- Es necesario
ofrecer una apertura de planteamientos a la
hora de enseñar.
Es
necesario que el docente tenga en cuenta estos planteamientos. Pero, el alumnado de altas capacidades pide esto a su profesorado?
Al respecto
se
ha
realizado un estudio reciente
con adolescentes superdotados de
diferentes países.
Este estudio consistió en preguntar al
alumnado de altas capacidades qué consideraban un buen docente
o un docente eficaz (Vialle y Tischler,
2004). Las
respuestas de los escolares muestran que esperan de sus docentes, no tanto, que tengan altas capacidades intelectuales, como
que tengan,
lo que podríamos denominar, habilidades docentes. Estas habilidades se ciñen a tres tipos:
¾ Habilidades intelectuales, centradas en el conocimiento de la materia o habilidad para pensar interdisciplinarmente. Una frase que comentó un estudiante fue “que esté interesado en todo. Era profesor de matemáticas y tenía un diccionario
grande en clase”.
¾ Habilidades personales como
respeto
y
apoyo
al
estudiante,
adaptarse a su nivel
de
comprensión,
estabilidad
emocional,
paciencia, etc. Un ejemplo de las
respuestas del alumnado es “Un buen docente es quien tiene pasión por enseñar su materia y por ayudar a
otros a que la entiendan lo mejor posible”
¾ Habilidades instruccionales como
estrategias de
enseñanza, un buen ambiente
de
aprendizaje,
habilidades
motivacionales
o
técnicas de evaluación. Los alumnos
dicen frases como “Es quien usa distintas formas de enseñar
y anima a la clase a debatir, rompe el aburrimiento y hace amena cualquier lección”
Podemos aventurarnos a decir que lo que solicitan las personas
con altas capacidades no se diferencian
tanto de lo que piden otro
tipo de estudiantes a sus docentes. Esto es importante, porque los profesionales de la docencia pueden
abordar las necesidades de estos
estudiantes por sus habilidades profesionales. Quizá algunas de las
dificultades de trabajar
con estos estudiantes en el aula se deban más a aspectos organizativos de los
centros (posibilidades de visitas, de grupos flexibles, etc)
o posibilidades materiales.
3.- ¿Cómo
enriquecer la metodología de enseñanza?
Algunas
investigaciones planten aspectos a
considerar en
la enseñanza de las personas con superdotación (Smutny, 2000; Kitano
y Perdensen, 2002) y nosotros aportamos
algunas habilidades docentes o principios a tener en cuenta en la enseñanza
de las
personas superdotadas (Muñoz de Bustillo y Hernández-Jorge, 2001;
Jiménez y Hernández Jorge, 2001). Consideramos que estos aspectos
pueden dar un sello de calidad a cualquier metodología
o modelo de enseñanza. Esos
principios de enseñanza son los
siguientes:
A) Crear ambiente de aprendizaje
El contexto en el que está inmersa
la persona influye en su conducta
(Silva, 1992; Clemente, 1996; Reeve, 1996). Por
lo que modular los ambientes es una variable a
considerar para favorecer y modificar los comportamientos.
En nuestro caso esto supone
generar un ambiente propicio para
el aprendizaje, creando un contexto adecuado y no amenazante
para el aprendizaje. Por tanto, es necesario: (Hernández, P., 1995):
a. Preparar
el contexto físico. Referido a
organizar el espacio físico de clase. Es importante dotarse
de variedad de materiales en
el aula Pero el contexto
físico influye pero no determina
un buen ambiente de aprendizaje
(Muñoz de Bustillo, Hernández y
García, 1998), por lo que se requieren otros
aspectos importantes.
b. Preparar el contexto de aprendizaje,
ofreciendo
diferentes
contenidos y conectando con temáticas
diferentes. Esto lo hace mucho los profesionales
de
la
publicidad.
Por
ejemplo,
unir
alimentación con cine.
A
veces
hay ofertas
publicitarias
que
ofrecen un alimento navideño con un home cinema.
c. Preparar
ambiente
intelectivo y de habilidades
intelectuales , generando posibilidades
de realizar sus propios proyectos.
d. Preparar y crear un ambiente
relacional
positivo,
con
una
interacción agradable cordial y de respeto.
B) Generar agrupaciones flexibles
Esto es un aspecto interesante porque también las personas de altas
capacidades pueden ser especialistas en unos temas y otros escolares en otros. No es necesario que siempre
trabajen juntos los mismos estudiantes. Siempre en función de sus intereses, el tipo de tarea, el tema a trabajar, etc.
c) Partir de las necesidades, emociones
e intereses del alumnado
Este es un
aspecto fundamental porque la motivación conecta con la necesidad, por lo que para
estimular
al
aprendizaje debemos conectar con ella. Ya que a los
estudiantes les da una sensación de
propiedad y autoría que favorece que se involucren en el
aprendizaje (Newman, 1992). Algunas
de las estrategias que podemos usar para conocer sus
intereses son cuestionarios, preguntas abiertas, inventario de intereses, etc. Otras
para partir de sus necesidades es crear
experiencias directas en el aula
o fuera de
ella. También intentar que los escolares
puedan elegir ‘caminos’ diferentes
para superar la asignatura (trabajos de recopilación bibliográfica, estudio de casos, etc.). También conectar
con
acontecimientos habituales que suceden
durante un curso escolar
(el día del
libro, las fiestas, acontecimientos de la vida
profesional), siempre dependiendo del nivel
educativo. Finalmente utilizar acontecimientos inesperados que conectan la materia con la vida fuera del aula
(accidentes
naturales, fluctuaciones económicas, acontecimientos artísticos, legales, etc.,).
d) Dar significado a la información y
hacerla comprensible:
Los planteamientos constructivistas señalan
que cualquier
aprendizaje nuevo se construye
sobre la base de un aprendizaje
previo y si éste no se asienta bien
(confusión conceptual, etc.) se
dificulta el aprendizaje posterior. Por esto es necesario que la información sea comprensible, para darle significado es necesario conectar con los ‘esquemas’ y’ modelos mentales’
del auditorio. Algunas estrategias sencillas son utilizar Un lenguaje familiar y/o
cercano, usar ejemplificaciones y modelos para que observen cómo se
han determinado
tipo de tareas, usar metáforas, y
analogías, ofrecer
diferentes vías por las que llegue la
información (visual, auditiva, táctil, etc.)
e) Impregnar
del
valora
al
estudiante y al aprendizaje
:
generar expectativas positivas
Las expectativas son hipótesis que hacemos sobre
la
realidad, física o social, se forman a partir de
la experiencia,
nos
ayudan a conducirnos en la
realidad, influyen en nuestro comportamiento
posterior
y son
inherentes a la condición humana.
Las
expectativas
de los docentes
sobre su alumnado y
las
del
alumnado sobre
sí mismos
influyen
en su
comportamiento
y en su rendimiento académico (Rosenthal y Jacobson, 1968; Wenstein y col., 1991; Caplan, 1993).
De ahí la importancia de generar en los estudiantes
expectativas positivas respecto
a la situación de enseñanza-
aprendizaje y lo podemos hacer sobre
los siguientes elementos:
¾ Respecto al docente, manifestando
la propia valía del profesor.
Para ello es importante el dominio del contenido, la utilización de estrategias
de enseñanza, la
generación de
un clima positivo de aprendizaje, etc.
• Respecto al contenido, planteando al estudiante su utilidad o finalidad. Para que el
alumnado valore positivamente lo que va a trabajar es necesario que sepan para qué es útil el contenido, tema,
concepto... o qué finalidad
personal, profesional o de conocimientos tiene.
• Respecto al
alumnado
(tanto sobre sí
como sobre
sus
compañeros/as). Se trata de infundir en el estudiante creencias y
valoraciones
constructivas sobre
sus
capacidades
y actitudes (Hernández, P.,1995:
226-227). Pueden plantearse de forma
individual o genérica a toda la clase. Por ejemplo,
al inicio del curso, podemos comentar en el aula “Estoy segura de que entre todos
podemos hacer un curso agradable y conseguir aprender todo lo que nos hemos propuesto". Otro ejemplo, dirigido
a un estudiante sería “He observado
que eres constante por eso creo que puedes
lograr los objetivos de la asignatura”.
f) Estimular el pensamiento
Plantear cuestiones y contradicciones en
los temas son elementos interesantes para estimular
a pensar. Algunas de las maneras
pueden ser preguntando sobre planteamientos
hipotéticos (Qué pasaría si...,?), relacionando dos eventos
(qué causa...? qué consecuencias tiene...?), confrontando dos teorías o modelos (Cuál es el que
mejor
explica..?).
G) Valorar y reforzar el proceso
La utilización del refuerzo
y la valoración es un aspecto
importante para aprender y para mantener la motivación. El refuerzo es una estrategia importante en el proceso de
aprendizaje dentro y fuera
del aula y en la adquisición de comportamientos,
actitudes o conocimientos. El refuerzo
es un estímulo que incrementa la probabilidad de ocurrencia de una
respuesta. Los refuerzos sociales son los más utilizados en el aula (verbales
o no verbales), tales como el elogio (muy bien, estupendo, esa es una pregunta interesante, ...)
el asentimiento con la cabeza;
la mirada, etc. (Genovar y Gotzens,
1990; Hernández, 1991).
H) Ofrecer
feedback del proceso
Ofrecer
al alumnado retroalimentación
inmediata de las tareas que realiza favorece que el individuo
tome conciencia de aprendizaje,
porque va comparando su experiencia
con un criterio externo o
anterior, se plantea interrogantes, comete errores que se subsanan, etc.
(Hernández, 1991; Alonso, 1998). Es importante ofrecer retroalimentación del aprendizaje,
dar guías y directrices claras al
inicio y durante la tarea, observar cómo va aplicando el alumnado las directrices, plantear pistas para
solucionar
los
errores
o
para
potenciar los aciertos para que
vayan más allá del planteamiento inicial. Todo ello permite solucionar
dudas en el desarrollo de la actividad y corregir los errores.
Hasta aquí hemos
intentado ofrecer algunas
de las metodologías de
enseñanza generales en
cualquier proceso educativo, intentando reflexionar cuáles de ellas se adecuan
más a las personas
con altas capacidades. También hemos ahondado en algunos modelos que
investigadores de renombre en el campo han señalado para enseñar a las personas superdotadas y finalmente hemos querido insistir en
algunas habilidades o principios a
tener en cuenta para enriquecer estos modelos
o procesos de enseñanza
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