viernes, 31 de julio de 2015

Resultado de imagen para imagen de un profesorRESUMEN del trabajo del profesor  Antonio Nicolás Rubino Ed.D.

Desarrollo del Liderazgo en Instituciones de Educación Superior

Se pueden establecer cinco parámetros fundamentales para el liderazgo y su desarrollo, ellos son, el liderazgo: (1) tiene que ver cambio intencional, (2) está matizado por los valores y las características de las personas, (3) puede ser ejercido por cualquier persona, (4) es un proceso grupal y (5) debe producir bienestar a las personas.
Estos parámetros nos llevan a considerar algunas preguntas que son críticas para establecer la valía del desarrollo del liderazgo en instituciones de educación superior:

¿Cuáles valores deben guiar el desarrollo del liderazgo?
¿Hacia dónde deben enfocarse los esfuerzos de los líderes?
¿Cómo se inicia y se mantiene el cambio?
¿Cómo se forman los grupos de liderazgo?
¿Cuáles son las características del liderazgo efectivo?
¿Cómo podemos preparar a nuestros estudiantes para ser líderes?
¿Cómo podemos desarrollar el liderazgo en nuestros docentes y administradores?

 Crea un clima de apoyo mutuo, en el cual las personas crecen y conviven
    armónicamente.
  Promueve el respeto y afirma la dignidad de las personas.
  Desarrolla la responsabilidad compartida.
   Promueve el cambio como vía para la efectividad personal y   
     organizacional.
  Promueve la colaboración y la cooperación entre las personas.
  Busca el bienestar de las personas.
 • Promueve activamente el desarrollo sostenible para las generaciones futuras.

Estas claves, que pueden ser vistas como valores generales, deben llevarnos a desarrollar en nuestras instituciones valores mas específicos, tales como: la equidad, la justicia social, la calidad de vida, el acceso a las oportunidades, el respeto a las diferencias, el fortalecimiento de la democracia, el civilismo y la responsabilidad cívica, el enriquecimiento cultural, la expresión creativa, la honestidad intelectual, el avance del conocimiento y la libertad personal acoplada a la responsabilidad social (Astin y Astin, 2000)

Características personales
Resultado de imagen para imagen de un profesorEstos autores establecen un grupo de características personales que deben promoverse en los programas de desarrollo de liderazgo, ellas incluyen: auto conocimiento, congruencia, compromiso, empatía y competencia.  
Auto conocimiento: está relacionado con la conciencia de los credos, valores, actitudes y emociones que motivan y guían el comportamiento de las personas. Igualmente, tiene que ver con el conocimiento que tienen las personas de sus fortalezas y necesidades de desarrollo.
Congruencia: tiene que ver con la consistencia de las acciones de las personas con sus credos y valores. Esta es una de las características que constituye un factor crítico para el desarrollo de la confianza en el líder.
Compromiso: es la pasión, intensidad y persistencia que coloca una persona en sus acciones. El compromiso está relacionado con la energía física y sicológica que motiva a las personas a servir a otros, a darle forma al esfuerzo colectivo y a sostener ese esfuerzo en tiempos difíciles.
Empatía: es la capacidad de colocarse en el lugar de otras personas y entender su posición y puntos de vista de manera respetuosa. La empatía requiere de una de las más preciadas habilidades de comunicación: escuchar.
Competencia: está referida a los conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes experticia técnica y puesta en acción de los mismos para completar los procesos de liderazgo, especialmente, los que llevarán a la transformación y al cambio.
Estas características son compatibles con:
Honestidad: es la actuación del individuo con justicia y responsabilidad, en variedad de situaciones y contextos; tratando a las personas con igualdad y justicia sin tomar ventaja de su posición para su propio beneficio; sin aprovecharse de los medios y recursos que tiene a su disposición, ni usarlos para fines diferentes de lo establecido legal o socialmente.
Visión: es la capacidad para ver posibilidades que no son claramente aparentes y que permiten a la persona proyectar situaciones en el futuro, estableciendo escenarios factibles, usando como insumo las variables y los elementos actuales y estableciendo las relaciones entre ellas.
• Integridad: es la característica de la persona que se expresa en una actuación intachable, recta y proba, que está en consonancia con la moral y la ética, en conformidad con el bien de las personas y con sus obligaciones como líder.
Así mismo, estas características, aunque personales, deben verse reflejadas en los grupos y en la organización.

Resultado de imagen para imagen de un profesorCaracterísticas grupales

Describen resultados que son el producto de la interrelación entre las personas. Un programa de desarrollo del liderazgo desde la perspectiva grupal, implica el impulse de:
• La colaboración: relacionada con el entendimiento de que la competencia entre los miembros del grupo se ve incrementada cuando cada uno da lo mejor de sí mismo para realizar sus tareas y para facilitar las de otros. La colaboración faculta a las personas, engendra confianza y capitaliza los diversos talentos de los miembros del grupo en un solo propósito.
Resultado de imagen para imagen de un profesorLos propósitos compartidos: tiene que ver con la conciencia de que el objetivo del grupo es el elemento fundamental para guiar su acción en una sola dirección. Alcanzar y compartir el propósito del grupo es uno de los procesos más difíciles de la dinámica grupal, y es uno de los procesos donde se invierte menos tiempo. Desde el punto de vista del liderazgo, usar el tiempo necesario en este proceso antes de moverse a otras tareas o acciones es fundamental.
El respeto a la diversidad: esta característica tiene que ver con la consideración de las personas y de sus puntos de vista, sin importar su profesión, grupo social, grupo étnico o posiciones en relación con los asuntos tratados. Implica reconocer las diferencias y aceptar que éstas son inevitables y deseables. Implica manejar las diferencias en un ambiente de
civilidad, respeto mutuo y confianza.

La asignación de responsabilidades: se basa en la consciencia de que cada miembro del grupo tiene una contribución que hacer, en su área de experticia. Los miembros deben tener claras sus responsabilidades individuales y su contribución para el logro de los objetivos de otras personas del grupo y los del grupo como una entidad.

El aprendizaje grupal: las personas, en los grupos, aprenden sobre sí mismas y sobre otros, cambian sus puntos de vista con respecto a otras profesiones, el grupo, la organización y el entorno. En los grupos se obtiene nuevo conocimiento y se usan competencias personales, interpersonales y profesionales.

En síntesis, las características personales y grupales que deben promoverse para crear programas para el desarrollo del liderazgo en instituciones de educación superior incluyen:


Las características personales señaladas en los párrafos anteriores interactúan unas con otras, e inclusive nos llevan hacia otras características deseables para el liderazgo efectivo.
Lo mismo sucede con las características grupales, la colaboración requiere de la existencia de propósitos compartidos y de respeto a la diversidad;  y asī sucesivamente,  unas a otras se complementan.
Las características personales y grupales constituyen un importante punto de partida para planificar el currículo, formal y no formal, de las universidades y colegios universitarios, convirtiéndolas en actividades y acciones que contribuyan a su desarrollo. Igualmente, constituyen un punto de partida para que los docentes las modelen en sus acciones pedagógicas, en el salon de clases, en sus actividades de asesoría, en sus comités departamentales, y en todas las actividades del quehacer docente.  

Actividades para el desarrollo del liderazgo


Actividades para los estudiantes

En el caso de los estudios de postgrado y especialmente en el area de derecho, los estudiantes mayormente pertenecen a Escritorios de Abgados en los cuales se encuentran practicando y ejerciendo la profesión, o forman parte del sistema de justicia por lo que el desarrollo de pasantías o trabajo con la institución corresponden en esencia a los estudios de pregrado.

Sin embargo existen un cúmulo de actividades para el desarrollo del liderazgo en ellos, tales como:

·      Promover el trabajo en equipos donde haya un definición compartida de los objetivos y las tareas de los miembros, y donde se establezcan las responsabilidades individuales de losmismos,

      Diseñar situaciones (presenter casos legales de la vida real)_donde se
    enfatiza el descubrimiento, la aplicación de los aspectos teoricos al
    aprendizaje.
·      Promover el trabajo en grupo para el desarrollo de proyectos que lleven a soluciones sobre situaciones grupales, institucionales o del entorno.

       Desarrollar actividades que conduzcan al autoconocimiento y a la
         auto evaluación a través de talleres de crecimiento personal que   
         promuevan la toma de consciencia de la relación persona-grupo-
         sociedad.

       Promover actividades que requieran del estudiante un proceso de
         comunicación efectiva, el desarrollo de agendas comunes y la  
        conformación de grupos con personas de diversa procedencia para
        trabajar de manera cooperativa.

·      Promover el uso de grupos de discusión como mecanismo de  confrontación respetuosa de ideas y puntos de vista, y de creación de nuevas formas de pensar que integren diferentes visiones de la realidad.

·      Promover actividades donde intervengan estudiantes, docentes y administradores, tales como foros, seminarios, talleres.

·      Incluir en los programas de las asignaturas la discusión de los elementos relacionados con el liderazgo - los valores y los principios - y su característica multidimensional (Amat, 2007).


 Actividades para los docentes

Las actividades que pueden realizar los docentes para contribuir al desarrollo del liderazgo en la institución se relacionan fundamentalmente con los alumnos.
Los docentes “pueden facilitar el aprendizaje de los estudiantes instalando en ellos el deseo por el aprendizaje continuo y por la búsqueda de respuesta a problemas complejos… preparándolos para un inusitado rango de retos que pueden aparecer en el futuro” (Astin y Astin, 2000, p. 33).
La actuación sobre los alumnos está relacionada directamente con el modelaje de los principios, valores y características del liderazgo en el salón de clase, y en las prácticas y actividades derivadas del quehacer pedagógico.

Ellas pueden incluir:

1.    Iniciar la primera clase de un lapso discutiendo e incorporando las características del liderazgo y sus principios como estándares para la acción e interacción en el salón de clases, en las tareas grupales y en la discusión en clases.
2.    Iniciar las clases preguntando a los estudiantes sus expectativas y sus puntos de vista sobre el liderazgo.
3.    Planificar actividades donde el estudiante realice proyectos y trabajos en grupo, solicitando que inicialmente se discutan los principios de liderazgo efectivo.
4.    Promover el cuestionamiento en los estudiantes sobre asuntos que puedan tener varios puntos de vista.
5.    Promover la creación y diseño de cursos interdisciplinarios y de “team teaching”. •
6.    Valorar en las asignaciones y trabajos académicos elementos tales como: compromiso, competencia, propósitos compartidos, colaboración y asignación de responsabilidades.
7.    Pedir a los estudiantes que autoevalúen su trabajo en grupos y coevalúen a sus compañeros mientras desarrollan una asignación y al finalizar la misma.
8.    Pedir a los estudiantes que propongan nuevas soluciones, no convencionales, a situaciones institucionales, comunitarias y sociales.
9.    Promover y colaborar en la publicación de investigaciones, reportes o proyectos realizados por los estudiantes.
10.Los docentes también pueden participar en la creación de una nueva forma de liderazgo con el personal de la administración de la institución. Entre ellas, tomar decisiones concensuadas sobre qué y cómo enseñar los tópicos de su área de conocimiento.
11.Crear las agendas para la investigación y el desarrollo de áreas de interés y necesidad para la institución.
12.Relacionarse con los administradores en términos personales y en sus áreas de trabajo, para adquirir una mejor comprensión de su trabajo.
13.Intervenir en la toma de decisiones relacionadas con desarrollo curricular, evaluación docente, y planificación y diseño del presupuesto.  


Actividades para los administradores

Los administradores institucionales necesitan mantener en mente dos principios fundamentales:

(1) Entender las necesidades de los miembros de la organización y
(2) Desarrollar y usar sus competencias efectivamente para realizar los procesos y obtener los resultados requeridos.

El trabajo fundamental de los administradores institucionales, especialmente aquellos que están en los más altos niveles organizacionales, llámense rectores, vicerrectores, presidentes, decanos, directores, etc., es proveer un foco simbólico de liderazgo que:
·      Muestre los valores y características que han sido enunciadas en párrafos anteriores, colaboración, honestidad, integridad, propósitos compartidos, autenticidad, competencia, desacuerdo con respeto y empatía, entre otros;
·      Identifique los credos y puntos de vista de los miembros de la institución que puedan ser disfuncionales para el desarrollo del liderazgo en la organización, examinándolos críticamente y buscando los mecanismos para cambiarlos por otros que sean funcionales, e  
·      Identifique los credos y puntos de vista que son congruentes con el proceso de cambio para fortalecerlos y para construir nuevas acciones sobre ellos.




Efectos de las actividades para el desarrollo del liderazgo en los estudiantes.

Los resultados positivos en los estudiantes que se involucran en actividades de desarrollo de liderazgo son innumerables, al respecto, las investigaciones de Pace (1984; 1987; 1990) revelan que los estudiantes que se involucraron en actividades de desarrollo de liderazgo, académicas e interpersonales, mostraban un mayor desarrollo personal; se desarrollaron como líderes (Kezar y Moriarty, 2000); obtuvieron calificaciones más altas y mostraban valores personales más amplios (Astin, 1993).
Estos resultados se ven claramente expresados en el estudio de Cress, Astin, Zimmeran-Oster y Burkhardt (2001) quienes estudiaron longitudinalmente, desde el inicio de las clases hasta la graduación a los estudiantes de 10 universidades y colegios universitarios, públicas y privadas, que habían tomado programas de desarrollo de liderazgo, comparándolos con estudiantes que no habían tomado tales cursos. Este estudio incluyó estudiantes de diferentes grupos, tales como blancos americanos, latinos, asiáticos y afro americanos.

El estudio muestra que los programas de desarrollo de liderazgo:

·      Proveen a los estudiantes de competencias sociales que usan durante toda su vida y los preparan para impactar positivamente sus comunidades, escuelas y organizaciones, públicas y privadas.
·      Tienen tres elementos en común: (1) oportunidades para hacer voluntariado, (2) pasantías en organizaciones públicas y privadas y (3) estrategias relacionadas con el aprendizaje cooperativo.
·      Promueven la responsabilidad cívica, la auto reflexión sobre los valores y principios que guían a los participantes, la adquisición de habilidades para evaluar y autoevaluarse y el conocimiento sobre enfoques y teorías de liderazgo; además de involucrar a los docentes en asuntos estudiantiles.
·      Adicionalmente, el estudio establece que existen cuatro principios fundamentales que debe poseer un programa de desarrollo de liderazgo efectivo, ellos son:
(1) una fuerte conexión entre la misión institucional y la misión de los programas de desarrollo de liderazgo;
(2) un basamento filosófico que se expresa en una clara definición del liderazgo considerando a los integrantes de la organización, un enfoque de responsabilidad ética y social, un reconocimiento de que el liderazgo es un proceso de relaciones interpersonales, y un énfasis en la potencialidad que cualquier persona tiene para liderar;
(3) la consideración de actividades para el desarrollo de la auto conciencia, el entrenamiento para aprender de los líderes de la misma organización, la asesoría para desarrollar el entendimiento y la aceptación de la diversidad cultural, el voluntariado y trabajo comunitario como vehículos para descubrir las características de la comunidad y la participación por parte de los estudiantes para que realicen actividades de liderazgo, incluyendo la promoción, implementación y evaluación de sus propios programas;
(4) procesos de evaluación con objetives claramente establecidos y medibles, incentivos para que los docentes participen en los programas tales como disminución de su carga horaria académica y recursos para diseño y revisión curricular, y reconocimiento de los estudiantes a través de premios, certificados y celebraciones al completar los programas.
Es necesario finalizar este análisis sobre los programas de desarrollo de liderazgo en instituciones de educación superior, con un grupo de conclusiones que nos permitan puntualizar los elementos fundamentales descritos en los párrafos anteriores.



Conclusiones

Los problemas que confrontamos hoy en día y el entendimiento de la complejidad (Morin, 2001) como paradigma rector de las acciones de las personas requieren de líderes con competencia en un área del conocimiento, una gran sabiduría emocional y espiritual, una gran madurez en susquehaceres diarios, y una actitud altamente positiva hacia el cambio.
La formación de líderes requiere que las instituciones conciban el liderazgo girando alrededor de los propósitos sociales (Yukl,1994; Burns, 1978; Bass y Avolio, 1994; Rubino y Amat, 2005; Bennis, 1989).
El desarrollo del liderazgo en las universidades y colegios universitarios debe apuntar hacia la formación de un agente transformador, que se mueva del egocentrismo al socio centrismo y se convierta en un servidor social (Burns, 1978; Bass y Avolio, 1994; Rubino y Amat, 2005; Block, 1996).
Solo es posible internalizar el valor del bienestar social si las instituciones
buscan el bienestar de quienes las constituyen.
Las universidades deben desarrollar los mecanismos para que los docentes, administradores y estudiantes se muevan hacia el desarrollo de las cualidades personales cruciales para el liderazgo: el autoconocimiento, las habilidades para escuchar, la empatía, la honestidad, la integridad, la congruencia y la habilidad para trabajar efectivamente de manera cooperativa (Astin y Astin, 2000; Rubino y Amat, 2001).
Para desarrollar agentes de cambios, las instituciones de educación superior necesitan cambiar y convertirse en organizaciones líderes.
El desarrollo del liderazgo y el proceso de liderazgo tienen que ver con cambio intencional, está matizado por los valores y las características de las personas, puede ser ejercido por cualquier persona, es un proceso grupal y debe producir bienestar a las personas.
Los programas de desarrollo del liderazgo en las instituciones de educación superior deben promover el desarrollo de la equidad, la justicia social, la calidad de vida, el acceso a las oportunidades, el respeto a las diferencias, el fortalecimiento de la democracia, el civilismo y la responsabilidad cívica, el enriquecimiento cultural, la expresión creativa, la honestidad intelectual, el avance del conocimiento y la libertad personal acoplada a la responsabilidad social (Astin y Astin, 2000).
Las características personales a desarrollar en un programa de liderazgo incluyen: auto conocimiento, congruencia, compromiso, empatía, competencia. Honestidad. Visión e integridad.
Las características grupales a desarrollar en un programa de liderazgo incluyen: colaboración, propósitos compartidos, respeto a la diversidad, asignación de responsabilidades y aprendizaje grupal. Estas características deben reflejarse en actividades y acciones en los currículos de las universidades y colegios universitarios.
Las características deseables en los líderes, los valores asociados a ellas y los fines que se desean alcanzar deben convertirse en ejes rectores de las actividades de nuestras instituciones de educación superior. Estas actividades deben estar dirigidas a desarrollar el liderazgo en los estudiantes, docentes y administradores.
El trabajo fundamental de los administradores institucionales es proveer un foco simbólico de liderazgo que: muestre los valores y características, tales como colaboración, honestidad, integridad, propósitos compartidos, autenticidad, competencia, desacuerdo con respeto y empatía; identifique los credos y puntos de vista de los miembros de la institución que puedan ser disfuncionales para el desarrollo del liderazgo en la organización; identifique los credos y puntos de vista que son congruentes con el proceso de cambio para fortalecerlos; y considere el respect a la diversidad y al entorno, la globalidad y la sustentabilidad (Rubino y Amat, 2005).


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